¡Hola Bloggers!
Esta semana voy a contar mi experiencia con el ATPE.
Tras ir realizando mi proyecto entorno a la Actitud tónico
postural equilibradora o ATPE, me he dado cuenta de que hay muy poca
información sobre este contenido de educación física. Personalmente, y creo que
a casi todas mis compañeras de proyecto, nos resultó difícil pensar actividades
donde se trabajara este contenido. Lo primero de todo que teníamos que saber
era qué era exactamente el ATPE.
El ATPE se encuentra dentro del grupo de conducta motriz del
control y conciencia corporal, en donde el niño en la etapa de infantil tiene cada
vez más conciencia de su propio cuerpo y a raíz de ahí, aprende a conocerlo y controlarlo.
La ATPE abarca conceptos como tono, que es la tensión muscular que se ejerce
para adoptar una postura; la postura, que está íntimamente ligada al tono por
lo que ayuda a prolongar una acción, realizar los gestos, etc. ; y el
equilibrio que es el mantenimiento adecuado de la posición de las distintas
partes del cuerpo en el espacio, teniendo cualquier base de sustentación. Los tres
conceptos están relacionados ya que a la hora de realizar una actividad física
se llega a ejercitar los tres a la vez.
Una vez sabido qué es lo que abarca el ATPE, y querer ponerlo
en práctica, se nos plantean dudas. ¿Cuándo en una actividad se debe trabajar
el ATPE SÓLO se trabaja exclusivamente este contenido? No, de ninguna manera. Por
ejemplo, si estamos realizando un ejercicio donde los alumnos vayan a la pata
coja (como base de sustentación un solo pie), desplazándose como una carrera y
tengan que llegar y dejar el balón en una canasta, ahí estas trabajando más
contenidos, además del ATPE, como desplazamientos y lanzamientos. Es decir, el
ATPE se puede trabajar como tema principal, como objetivo a desarrollar dentro
de las sesiones pero existirán otros contenidos transversales que son
necesarios para el completo desarrollo de la actividad.
A partir de ahí, pudimos realizar nuestro proyecto de manera
correcta y sin tantas dudas. Los ejercicios de ATPE se dan en muchas ocasiones
en las cuales ni nosotros mismos nos damos cuenta. A la vez que realizamos
actividades motrices básicas también estamos ejercitando la tonicidad. En nuestro
día a día adoptamos las posturas que creemos correctas para sentarnos,
acostarnos, agacharnos, etc. Y estamos trabajando el control postural sin
darnos apenas cuenta. El equilibrio, sin embargo, se trabaja en menor medida de
manera espontánea.
Finalmente, creo es necesario trabajar este contenido
metodológico con niños de infantil ya
que les va a favorecer su desarrollo motor futuro, un buen control de la
postura y del equilibrio. Todo ello forma parte de los requisitos para tener
una buena condición física y salud.
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